Entre sus principales ventajas destaca la seguridad que nos proporcionan, especialmente si vivimos en determinadas regiones donde la calidad del agua no es muy elevada: con los purificadores de agua descartaremos la posibilidad de beber agua contaminada. En otras palabras, será el adiós al riesgo de beber líquido con productos químicos, metales, pesticidas, nitratos o fluoruro, éste último ligado a enfermedades como el cáncer de vejiga, en las encías o disfunción en la tiroides.
Y como todos sabemos, y esto nos llevaría al segundo de los grandes beneficios que traen consigo los purificadores de agua, los efectos positivos que tiene la ingesta del líquido elemento puro son innegables, más aún cuando quien la bebe son niños o mujeres embarazadas, que siempre están más expuestas a las bacterias y enfermedades. En esta misma línea, aquellos que padezcan trastornos gastrointestinales también verán mejorada su salud pues se eliminan las bacterias cryptosporidium y giardia.
Además, nuestro paladar –mejorará mucho su sabor- y nuestro bolsillo lo agradecerán porque reduciremos el costo mensual del agua embotellada al tiempo que reducidos los residuos, aunque como hemos visto en otros post, sean redituables.
Sin embargo, ¿son todo ventajas lo que hay alrededor de los purificadores de agua? En realidad no, puesto que aunque eliminan las impurezas del agua, también acaban con buena parte del cloro que la compañía suministradora precisamente añadió para contribuir a su purificación. Asimismo, es importante recordar que una vez filtrada, el agua carece de agentes que la protejan contra las bacterias, por lo que debería ser consumida en un plazo no superior a los dos días.
Por otro lado, aunque ahorraremos en la compra de agua embotellada, de nuestra canilla habrán de salir unos cuatro litros de media para obtener un litro de agua pura. Es el precio que hay que pagar por dejar a un lado el PET. Además, no podemos caer en el error de pensar que con instalar las purificadoras de agua habremos resuelto el problema de la calidad del líquido que bebemos.
Es imprescindible realizar un correcto mantenimiento de la instalación, especialmente de su componente principal: el cartucho de carbón activado granular (los filtros más utilizados). Normalmente, los fabricantes del rubro indican claramente en sus instrucciones cada cuánto debe cambiarse el cartucho, pero siempre deberemos valorar en función del uso que le estemos dando.
Fuente: http://twenergy.com/